El erotismo, la sexualidad y el amor conllevan sentimientos dispares en las personas y según cómo se viva el amor o el sexo, cada individuo lo asociará a unas tonalidades y colores diferentes.
Las relaciones interpersonales tienen asociados colores azules. En cambio, cuando en una relación hay pasión o amor el acorde cromático se compone de rojos, violetas y rosas, donde cada matiz refleja un estado de sensualidad.
De esta forma, el rojo identificará pasión, el rosa estará asociado a un amor tierno y dulce y el violeta desprenderá fantasía y erotismo.
El naranja aumenta la capacidad de concentración y el placer en las fantasías, el amarillo es estimulante natural y el blanco incrementa la fe espiritual y la calma en la pareja.
Además, cada color armoniza las partes del cuerpo con su frecuencia y actúa sobre los distintos órganos creando una simetría entre cuerpo y mente.
Tomando como ejemplo una tienda con productos para adultos en la que estamos trabajando, y observando su catálogo de productos, vemos que el abanico de colores es muy amplio, dependiendo de la novedad y lo atrevido del producto. Estos productos que desean destacar, utilizan colores como el naranja chillón, el rosa chicle, el verde kiwi.
Sin embargo, aquellos que tienen que ver más con lo tradicional, utilizan el color negro, rojo y rosa para ellas, y diferentes tonos de grises y azules para ellos.
¿Quién pensaba que el erotismo era igual para todos? Llena tu vida de color y descubre cómo conseguir un amor equilibrado fusionando tres tonalidades, donde la cantidad exacta de rojo, rosa y violeta te permitirá alcanzar un amor sano e inteligente.
Artículo publicado por: Anais Gea, parte del equipo de illusion Studio.