Cada jardín es un mundo aparte, pero todos tienen su razón de ser, algunos tan sólo pretender dar un toque de belleza a un lugar, en cuyo caso, para gustos los colores, no nos meteremos en ese tema, otros, en cambio, dan entrada a un edificio, y cada aspecto del diseño del jardín está sujeto a una motivación particular.
Por poner un ejemplo, en una casa en venta conviene dar al comprador una sensación de confianza, por lo que sería buena idea utilizar colores verdes y azules, no tiene por qué plantar las flores, colocar unas macetas azules sobre el cesped puede dar el toque de color que necesites. También te interesará predisponer al cliente para tomar decisiones un tanto apresuradas, por lo que imprimir el cartel de SE VENDE en rojo y colocarlo cerca de la puerta, dará el punto justo de alarma.
Esta es una de las muchas formas de utilizar el color para dar un propósito a un jardín.
También se puede utilizar por ejemplo para mejorar el ánimo general de un lugar, por ejemplo un hospital, añadiendo toques de colores cálidos y vivos junto a las zonas de espera, y con tonos pastel en las de reposo.
Por otro lado, en sedes de partidos políticos, lo usual es utilizar la misma mecánica de generar confianza, pero con una salvedad, se pretende vincular sus propios colores e imaginería a esa sensación de confianza. No es fácil de conseguir, sobre todo si el color del partido es rojo o amarillo, o cuando los colores de la competencia son el verde o el azul, pero se puede hacer de forma sutil, dejando el color verde al cesped, usando motivos florales en el color del partido, pintando de blanco la fachada, y añadiendo color azul claro a los bordes o los pilares, dejando sobre la puerta, en el centro el logotipo enmarcado sobre blanco.
Artículo publicado por: Roberto Cortés, parte del equipo de illusion Studio.